4 de marzo. El Proyecto que hemos bautizado como “Una sonrisa para la esperanza”, auspiciado por Máximo Sierra Garcia y donde estoy teniendo el inmenso placer de colaborar a nivel personal, constaba de dos partes: la entrega de material médico al Hospital de Dajla y la organización de varias actividades deportivas, entre ellas la I Copa de fútbol de la RASD sub17, esta última con el objeto de fomentar el deporte entre los adolescentes de las wilayas (provincias).

Este torneo es el primero que se celebra a nivel de todos los campos de refugiados y contó con la presencia del Ministro de Juventud y Deportes. Un verdadero orgullo, por tanto, haber participado de este momento.

Pero siempre he entendido que esta labor humanitaria debe ir paralela al trabajo por un Sáhara independiente y libre, algo que tuvimos oportunidad de reivindicar junto a más de medio millar de personas ante el Muro de la Vergüenza, en territorio liberado saharaui.

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