IU Sevilla denuncia que, aunque el paro disminuya, se incrementa la precarización del empleo y crece la figura denominada del “trabajador pobre”.

Los datos de la EPA no muestran las lamentables condiciones del empleo que se está creando: aunque la cifra de desempleados disminuya, la vergonzosa realidad es que los trabajadores y trabajadoras tienen que soportar contratos temporales, salarios con mínimos históricos, escasa protección y formación en dichos puestos de trabajo, y un largo etcétera que ha precarizado el empleo y ha creado una nueva figura, la del “trabajador pobre” que aunque encuentre un empleo, no puede mantener unas mínimas condiciones de vida, y en el caso de las mujeres aún peor, ya que a todo ello se suma la discriminación que aún sufre en el mercado laboral.

Estas son algunas de las conclusiones de IU Sevilla de los datos de la Encuesta de Población Activa del último trimestre de 2017 según la cual la provincia de Sevilla cerró el último trimestre del 2017 con 10.100 parados menos. Desde la coordinadora provincial se denuncia la precarización de este empleo y el uso abusivo de los empresarios de la contratación temporal que deja a los trabajadores/as indefensos/as.

Se está incrementando la brecha salarial, las personas que acceden a este tipo de contratos temporales tienen más dificultades para cumplir los periodos de carencia que se exigen para cobrar las prestaciones y subsidios por desempleo, además de dificultades a la hora de acceder a un crédito o alquiler de una vivienda, situaciones que complican aún más la situación en la que se encuentran.

Según datos de CCOO “200.000 personas en nuestra provincia quieren trabajar, pero no pueden hacerlo”. Para IU Sevilla se trata de cifras y condiciones alarmantes que hacen que no podamos celebrar la disminución de las listas del paro, sino reivindicar mejores condiciones laborales.

Las administraciones no pueden enorgullecerse de crear empleo precario, deben establecer medidas frente a la precarización laboral, defender los derechos de los trabajadores, fijar leyes que impidan a los empresarios abusar de la figura del contrato laboral temporal, del becario, en prácticas, etc.

Así es el empleo que se crea, temporal: menos salario, protección, formación... Los trabajadores eventuales ganan de media un 33% menos que los fijos; su acceso a la formación es un 18% inferior y les cuesta más cobrar prestaciones. Y si analizamos los datos desde la óptica de la igualdad, todo ello se ve incrementado en el caso de las mujeres, ya que España es el segundo país de Europa en el que se registra la horquilla más amplia de diferencia de desempleo entre mujeres y hombres.