Hoy toda la Izquierda luchadora, combativa, defensora de la clase trabajadora, ha perdido a una de las más grandes mujeres de la Historia del Movimiento Obrero en nuestro país, Josefina Samper, compañera de vida y lucha de Marcelino Camacho.
Nacida en el municipio almeriense de Fondón en 1927, Samper comenzó su militancia en las Juventudes Socialistas Unificadas con tan solo 12 años y dos años después se afilió al Partido Comunista gracias a un hermano de Santiago Carrillo, al que conoció durante su infancia en Orán (Argelia).
Un día de 1944 el Partido Comunista pidió a Josefina que preparara un aperitivo para tres presos que se habían escapado de un campo de concentración. Uno de ellos era Marcelino Camacho.
Se casó con el fundador y primer secretario general de CC.OO. en diciembre de 1948, y permaneció a su lado hasta el fallecimiento de Marcelino en octubre de 2010.
Samper participó en la distribución de España Popular, una revista clandestina de la época franquista. También creó una cooperativa dedicada a la fabricación de zapatillas para mantener a sus dos hijos: Marcel y Yenia.
Junto a otras mujeres comunistas y esposas de presos políticos, impulsó en 1965 el Movimiento Democrático de Mujeres, germen del movimiento feminista, cuyo objetivo fue el de ayudar a mejorar las condiciones de los presos políticos.
Medalla de Andalucía 2016 en reconocimiento a la lucha de las mujeres trabajadoras por la democracia.
Nos quedará eternamente su ejemplo de lucha y compromiso por la clase trabajadora.