Aunque nos estamos enfrentando a una pandemia mundial que nos afecta a toda la ciudadanía, creemos importante destacar ahora más que nunca, que los gobiernos deben reconocer la gran contribución que hacen las mujeres y la condición de precariedad en la que viven muchas de ellas. Para ello, se debe hacer hincapié en sectores más feminizados y donde las mujeres reciben ingresos relativamente bajos, como las trabajadoras de los sectores de limpieza, de atención al público, de los cuidados y asistencia, de las cajas en los supermercados y de un gran número de ellas en la economía informal. No sólo se trata de un problema de salud, sino que representa una conmoción para nuestras sociedades y economías, y expone las deficiencias de los acuerdos públicos y privados de hoy en día, que sólo funcionan si las mujeres se desempeñan en múltiples roles no remunerados por lo que, necesitamos contar con estrategias que amortigüen y vayan dirigidas específicamente a los efectos del brote de COVID-19 en la salud y en la economía de las mujeres, brindándoles apoyo y generando resiliencia.
Entre las ideas principales, tenemos que priorizar en la mejora al acceso de equipos de protección personal adecuados para las personas dedicadas al cuidado en el hogar, la eliminación de obstáculos en su trabajo y la promoción de acuerdos de trabajo flexibles entre otros, valorando que estas necesidades son mucho más importantes en áreas de bloqueo o cuarentena. También es prioritario abordar la violencia de género, la cual se ve agudizada por estas condiciones, ya que podría no recibir la atención que necesita, en la respuesta a la pandemia. Los niveles de violencia doméstica y explotación sexual aumentan en gran proporción cuando hay tensión en los hogares por problemas relativos a la seguridad, la salud y el dinero, sumada a las condiciones propias de los hogares hacinados y confinados, por lo tanto, la respuesta local debe reforzarse y más aún ante la observación de que las denuncias por violencia de género se han triplicado a nivel mundial.
Ante la negación de la convocatoria de un Pleno o Comisión por parte del Gobierno local, y su injustificable afirmación sobre que no hay ningún tema importante que abordar en plena pandemia mundial, desde Adelante Dos Hermanas rogamos, como representantes de gran parte de la ciudadanía, acceder a toda la información posible sobre los movimientos que se están llevando a cabo, tener la opción, propia de nuestras funciones, de lanzar propuestas y medidas para mejorar las condiciones en todos los contextos de nuestra ciudad durante esta crisis sanitaria y participar en la toma de decisiones que se llevan a cabo por parte del gobierno local. Por lo tanto, vemos más que nunca necesario, no solo la realización de un Pleno Ordinario e incluso extraordinario, sino también la realización de comisiones informativas y especialmente, un consejo sectorial de la mujer por vía telemática, la cual estaba pendiente de realizarse y vemos especialmente necesario abordar, tal y como dejamos constancia en este escrito. Entendemos los fallos informáticos que pueda haber, pero no nos cabe la idea de que, habiendo otros pueblos cercanos con menos recursos, se hayan podido adaptar a las circunstancias y hayan celebrado plenos y comisiones telemáticamente y sin ningún tipo de problemas.
El COVID-19 nos da la oportunidad de tomar medidas radicales y positivas para reparar desigualdades históricas en múltiples ámbitos de la vida de las mujeres. Hay espacio no sólo para la resistencia, sino también para la recuperación y el crecimiento. Por lo que hacemos un llamamiento al gobierno local para tomar la oportunidad de planificar su respuesta al COVID-19 haciéndonos partícipe de ello, actuando con una plena perspectiva de género, que construya proactivamente experiencia en género en los equipos de respuesta y logre transversalizar el género en los planes de respuesta a la pandemia. Es necesario dar una respuesta local y coordinada