El 10 de septiembre da comienzo en Andalucía el curso escolar en Primaria y Educación Especial y la incertidumbre se extiende a familias, personal docente y alumnado: casi dos millones de andaluces y andaluzas que forman parte de la comunidad educativa y que, muy mayoritariamente, no dudan a la hora de optar por la educación presencial, siempre y cuando se garantice la seguridad en las aulas ante el coronavirus.
Desde IU Sevilla consideramos que la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía no ha hecho los deberes desde el final del curso anterior y ha preferido dedicar parte de su tiempo a confrontar con el Gobierno central; primero, reclamando competencias durante el Estado de Alarma y, una vez finalizado este, reivindicando justo lo contrario (la intervención del Gobierno). En cualquier caso, lo cierto es que la implantación de medidas de seguridad exige recursos económicos y la adecuación de las instalaciones requiere más inversión para, por poner ejemplos sencillos, mantener la distancia de dos metros entre personas, facilitar equipos de protección a docentes y trabajadores/as o cumplir los protocolos de higienización con cada niño/a.
La Conferencia Sectorial del pasado 27 de agosto ha servido para ratificar los términos ya acordados semanas atrás entre comunidades autónomas y los ministerios de Sanidad y Educación. Sin embargo, en IU Sevilla entendemos que no se ha querido financiar una vuelta segura al colegio, a pesar de que la comunidad educativa lo lleva exigiendo desde el inicio de la pandemia. Por eso seguimos denunciando la deficiente reacción de la Junta de Andalucía, que cuenta con 385 millones del Estado, de los que solo destina 140 para reforzar la educación pública (y 60 a la concertada), unos recursos claramente insuficientes, con los que no se logrará aumentar ni un/a docente por cada centro educativo ni crear ‘clases burbuja’ en condiciones razonables, teniendo en cuenta que las actuales ratios se encuentran en 25 alumnos/as o más.
Para IU Sevilla, se trata de conjugar dos derechos fundamentales: el derecho a la salud y el derecho a la educación. La Junta de Andalucía no puede obligar a la comunidad educativa a elegir entre uno u otro. Es generalizada la opinión de que hay cuatro medidas esenciales y concretas para que ambos derechos puedan ser conjugados con el menor riesgo posible para la salud (pues el riesgo cero no existe), y con el mayor nivel de garantía respecto a la educación para que efectivamente "nadie quede atrás":
Por otra parte, en IU Sevilla ya hemos advertido en numerosas ocasiones, en consonancia con la opinión de la inmensa mayoría de la comunidad educativa, que las instrucciones de la Consejería de Educación sobre la “autonomía de los centros” dejan en manos de los equipos directivos toda la responsabilidad en la redacción de los protocolos de actuación. Además, las obras de adaptación al Covid-19 de unos mil centros educativos no cubren las necesidades de los casi 7000 centros educativos que existen en Andalucía, pero, además, debería estar listas para el comienzo de curso y, según reconoció el consejero el pasado 29 de julio, que puso como plazo el 31 de diciembre.
El municipalismo no debe sufrir la deslealtad financiera de la Junta de Andalucía
En relación con los ayuntamientos, desde IU Sevilla creemos que el gobierno andaluz también ha perdido la oportunidad de colaborar con los gobiernos locales para habilitar espacios públicos (cerrados o al aire libre) que completen los insuficientes espacios con garantías de seguridad que tienen los centros educativos después tras décadas de abandono.
También consideramos que el gobierno andaluz no puede hacer recaer sobre las arcas municipales de las desinfecciones y limpiezas extraordinarias de los colegios andaluces, ya que es la Junta quien tiene recursos y competencias para ello. Así lo han corroborado numerosos estudios elaborados por organismos públicos, secretarías municipales y servicios jurídicos de diputaciones.
Recientemente, los servicios jurídicos de la Diputación de Sevilla emitieron un informe a los ayuntamientos de la provincia en el que quedaba patente que, según la la normativa andaluza, es el Gobierno autonómico quien tiene las competencias a la hora de tomar medidas cuando sucede una situación de pandemia, grave y excepcional como la que estamos viviendo. Según este informe, las competencias propias de los Ayuntamientos son “la conservación, mantenimiento y vigilancia de los centros”, entendiendo como tales la “conservación en buen estado de funcionamiento y evitar el deterioro de las edificaciones”. Fuera de ese ámbito, que sería el caso de “prevención, protección, promoción y vigilancia de la salud” como consecuencia de la crisis sanitaria derivada del Covid-19, estaríamos hablando de una “ampliación de competencias de los Ayuntamientos”, que solo podrían asumirlas mediante un convenio firmado con la Junta de Andalucía, según el cual ésta delegaría sus competencias por “encomienda de gestión” a la entidad local, que a cambio recibiría la “dotación simultánea de recursos económicos para hacer frente a su ejecución y financiación”. En un tenor similar se pronunció unos días atrás la Diputación de Jaén.
Movilización social y apoyo institucional
Con es conocido, los sindicatos se levantaron de manera unánime en la Mesa de Educación del gobierno andaluz y acordaron movilizaciones en septiembre, que apoyaremos desde Izquierda Unida, al igual que plataformas, mareas y ampas de toda la provincia. En Sevilla, concretamente, participaremos en la concentración convocada ante la Delegación Territorial este sábado, día 5, a las 10,30 h.
Además, en el ámbito institucional, Izquierda Unida presentará mociones en los plenos municipales para que los ayuntamientos se pronuncien y acuerden sobre los siguientes puntos: